Lun. Ago 11th, 2025

En un giro inesperado, los gobiernos de Estados Unidos y China anunciaron ayer una tregua comercial de 90 días, marcando una pausa en la escalada de tensiones arancelarias que han sacudido la economía global. Este acuerdo, alcanzado tras intensas negociaciones en Ginebra, Suiza, busca reducir las barreras comerciales entre las dos mayores economías del mundo y abrir un espacio para un diálogo constructivo que podría conducir a un pacto más amplio. A continuación, exploramos la naturaleza, los alcances y los efectos de esta tregua en los mercados mundiales.

Naturaleza y alcances de la tregua

La tregua implica una significativa reducción de aranceles por ambas partes, efectiva a partir del 14 de mayo de 2025. Estados Unidos disminuirá los gravámenes a las importaciones chinas del 145% al 30%, incluyendo la tarifa vinculada al comercio de fentanilo, mientras que China rebajará sus aranceles a productos estadounidenses del 125% al 10%. Además, China suspenderá medidas no arancelarias, como las restricciones a las exportaciones de tierras raras, que afectan sectores tecnológicos clave.

El acuerdo, descrito como un «consenso importante» por funcionarios chinos y una «victoria» para el diálogo por el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, no elimina los aranceles impuestos durante la primera administración Trump, pero sí reduce la presión inmediata sobre el comercio bilateral. Durante estos 90 días, ambas naciones negociarán para abordar el déficit comercial de EE. UU., que en 2024 alcanzó los 295.4 mil millones de dólares con China, y explorar posibles acuerdos de compra para equilibrar la balanza.

Sin embargo, la tregua es frágil. Bessent señaló que su extensión dependerá de un «esfuerzo de buena fe» y un «diálogo constructivo», lo que deja abierta la posibilidad de nuevas tensiones si no se logran avances sustanciales.

Efectos en los mercados mundiales

La reacción de los mercados fue inmediata y positiva, reflejando un alivio ante la desescalada de un conflicto que amenazaba con frenar el crecimiento global. Los futuros de los índices bursátiles estadounidenses, como el Nasdaq (+3.8%), el S&P 500 (+3%) y el Dow Jones (+2.2%), registraron fuertes alzas, mientras que las bolsas europeas, como el Euro Stoxx 50, subieron hasta un 2%.

El dólar se fortaleció, alcanzando su mayor valor desde abril de 2025 con un alza del 1.43% en el índice DXY, mientras que los precios del petróleo subieron y los rendimientos de los bonos del Tesoro aumentaron, reflejando un renovado optimismo sobre la actividad económica global. Por otro lado, el oro, considerado un activo refugio, experimentó caídas, evidenciando una menor percepción de riesgo.

Analistas, como Geoff Yu de BNY, destacaron que el acuerdo superó las expectativas, lo que explica la respuesta positiva de los mercados. Sin embargo, advierten que la incertidumbre persiste, ya que la tregua no resuelve disputas estructurales, como las acusaciones de prácticas comerciales desleales o el robo de propiedad intelectual, que han alimentado el conflicto desde 2018.

Implicaciones a corto y largo plazo

A corto plazo, la tregua alivia la presión sobre los consumidores y las empresas de ambos países, que han enfrentado costos más altos debido a los aranceles. Por ejemplo, se estima que un iPhone de alta gama podría haber aumentado su precio de $1,599 a $2,300 con aranceles del 54%, un impacto que ahora se mitiga temporalmente.

A largo plazo, el éxito de las negociaciones será crucial para evitar una reanudación de la guerra comercial, que podría restar hasta un tercio de un punto porcentual al PIB mundial, según estimaciones del FMI. La tregua también podría incentivar a China a diversificar sus socios comerciales, fortaleciendo lazos con el Sudeste Asiático, América Latina y África, como parte de su estrategia para reducir la dependencia de EE. UU.

En Conclusión

La tregua comercial entre China y EE. UU. representa un respiro para la economía global, impulsando un repunte en los mercados y restaurando cierta confianza entre los inversores. No obstante, su naturaleza temporal y la complejidad de las disputas subyacentes sugieren que el camino hacia un acuerdo duradero será arduo. Los próximos 90 días serán decisivos para determinar si esta pausa se traduce en una reconfiguración del comercio bilateral o simplemente pospone una nueva escalada de tensiones. Mientras tanto, los mercados celebran, pero con cautela, este alivio momentáneo en un contexto de incertidumbre global.

Por Jorge

Director.

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